domingo, 15 de mayo de 2011

PDA: asumir la realidad para emprender la recuperación

Publicado en Caja de Herramientas

Notas para el diálogo de base en un partido que quiere vivir
Los hechos hablan, hay que dejar hablar a los hechos. Las interpretaciones no pueden desconocer ni falsear los hechos. Este es un principio y una condición elemental de una praxis transformadora. Propongo este criterio para afrontar las circunstancias que atraviesa actualmente (mayo de 2011) el Polo Democrático Alternativo. Si no es este el camino que escogemos, corremos el riesgo de crearnos una falsa conciencia y nuestros problemas serían mayores, no habría posibilidad de recuperación.

Una reconstrucción básica de hechos, aciertos y errores es necesaria. De la situación que hoy existe, todos somos padres y madres por eso podemos hablar de nuestros aciertos y de nuestros errores. Aciertos y errores nos pertenecen, somos responsables de ellos, son la materia prima para forjar el presente y el futuro del proyecto político. El proyecto político (Ideario de Unidad) es la brújula y el referente de valoración de las acciones y realizaciones del Polo Democrático y también de las actuaciones de los responsables públicos del partido. Responsables públicos del partido son sus dirigentes en todos los niveles, sus parlamentarios y sus gobernantes.

Los hechos

Octubre de 2007. Samuel Moreno Rojas es elegido alcalde Mayor de Bogotá por el PDA en asocio con otras fuerzas políticas, y con amplio respaldo ciudadano que alcanzó casi el millón de votos. Sucede a Luis Eduardo Garzón quien igualmente ejerció la Alcaldía a nombre del Polo Democrático Alternativo constituyéndose en el mayor hito de la izquierda democrática en varias décadas.

Mayo 3 de 2011. Transcurridos tres años y cuatro meses de Gobierno, Samuel Moreno Rojas es suspendido por tres meses en sus funciones de Alcalde Mayor de Bogotá por el Procurador General, pocos días antes su hermano Iván Moreno había sido capturado por orden de la Corte Suprema de Justicia, semanas antes la Contraloría General había ordenado embargo de bienes del Alcalde; en los tres casos se trata de medidas cautelares en relación con delicadas investigaciones por presuntas irregularidades referidas a la contratación y ejecución de obras en la ciudad. La medida de embargo ordenada por la Contraloría afecta también al ex alcalde Luis Eduardo Garzón.

¿Hechos tan graves como los segundos – con la actuación simultánea de los tres principales órganos nacionales de control - pueden originarse tan sólo en un montaje de la derecha para detener el proyecto de izquierda? Al contrario ¿Estos hechos se originan sólo en errores de la izquierda sin intervención intencional de la derecha? Ni lo uno ni lo otro. Lo que los hechos por sí mismos indican es que la izquierda ha cometido errores reales muy graves de los cuales se aprovecha ávidamente la derecha. La situación no se crea en virtud de una conspiración. En este punto es necesario distinguir entre aciertos/errores de Samuel y aciertos/errores del Polo Democrático Alternativo. Sólo así podremos entender lo que ha ocurrido y dilucidar el quehacer político que conduzca a superar la situación actual.

Samuel - Aciertos

Presenta su nombre como miembro del PDA, participa en su consulta interna y la gana, su candidatura es adelantada con apoyo unánime del partido el cual busca la convergencia con otras fuerzas. Acierto.

La oferta de campaña y el plan de desarrollo son coherentes entre sí y coherentes con el Ideario de Unidad del PDA, lo cual se expresa en el lema Bogotá Positiva Capital de los Derechos. Acierto.

La gestión administrativa mantiene y profundiza las conquistas de la primera administración del Polo en materia de lucha contra la pobreza, metas sociales y desarrollo institucional. Acierto.

El ambicioso plan en materia de obras y movilidad (cercano a los 1000 millones de dólares), muy propio de la administración de Samuel, que incluye la Tercera Fase de Transmilenio, las obras por valorización, la preparación de la ciudad para iniciar la obra del Metro en asocio con la nación, los diseños para el tren de cercanías en asocio con el Departamento de Cundinamarca, todo ello vinculado al Sistema Integrado de Transporte Público SITP. Acierto.

Samuel – Errores

El Alcalde electo no reconoce al Polo como partido de Gobierno con base en un particular análisis de las aportaciones electorales. Semejante análisis ya había sido hecho y utilizado por Lucho Garzón. Error.

El Alcalde reduce la participación del PDA en su gabinete y amplía la participación de fuerzas políticas uribistas y tradicionales, marcado sello de la Casa Moreno Rojas en las decisiones referidas a la conformación del gabinete y al nombramiento de funcionarios. Error.

El esquema de gobernabilidad en el Concejo Distrital se estructura con fuerzas distintas a las que contribuyeron a la elección, se incluyen fuerzas políticas uribistas y tradicionales que son contrarias al proyecto político del PDA. Error.

Incidencia excesiva de la administración en la designación de las cabezas de los órganos de control, Personero y Contralor de la ciudad, queda comprometida la independencia y transparencia de estos funcionarios lo cual tendrá consecuencias negativas más delante. Error.

Falta de capacidad para leer señales tempranas de alarma: las primeras dificultades son asumidas como problemas de imagen, los llamados a la vigilancia sobre la contratación ante rumores insistentes de irregularidades fueron desatendidos y desechados por la Administración. Error.

La relación ambigua del Alcalde con su hermano el senador del Polo Democrático Iván Moreno Rojas, el cual daba en todo momento la impresión de tener enorme injerencia en la administración de la ciudad particularmente en materia de contratación de grandes obras, sin que el Alcalde se preocupara por establecer formal y realmente las distancias necesarias. Error.

Polo – Aciertos

Animar el desarrollo de un proyecto alternativo y ofrecer la plataforma básica electoral y discursiva para un segundo Gobierno de izquierda democrática en Bogotá, basado en el acierto del primero, pero ello apoyándose más en la inercia que en el reconocimiento explícito del mismo. Acierto parcial.

Escoger su candidato por consulta y acordar explícitamente entre los aspirantes que quien resulte elegido gobernará en estrecha relación programática y orgánica con el partido. Acierto en su momento. El acuerdo no se cumplirá.

Facilitar la construcción de una articulación de fuerzas sociales y políticas en función de una mayoría electoral, aunque ello no se hizo como una construcción activa en coherencia con el proyecto político, y a ello se debe la contribución electoral de un abigarrado conjunto de fuerzas, ajenas al proyecto polista algunas de ellas. Un Gobierno normalmente, lo que es la campaña política que lo llevó a la victoria. Acierto limitado, muchos participan no todos en coherencia con el proyecto político polista.
Polo – Errores

El PDA en su Comité Ejecutivo Nacional CEN desatiende las propuestas hechas por varios de sus miembros para tener un acuerdo con el Alcalde electo sobre orientación y conformación del Gobierno, se prefieren los diálogos bilaterales con los diferentes grupos. Error.
El Partido no cuenta con una capacidad técnica instalada para hacer seguimiento a la acción de Gobierno (no están en marcha los proyectos estratégicos). Error.

El Partido no atiende los reiterados pedidos de miembros del CEN para establecer una relación orgánica con el Alcalde ni para ejercer la función de control político que normalmente le corresponde. Error.

Los limitados intentos del presidente del Partido Carlos Gaviria y de Comisiones nombradas ad hoc para entrar en contacto con el Alcalde y examinar asuntos particulares como el de la ETB no dieron resultado en función de lograr coherencia entre la administración y el partido. Error.
En enero de 2010 el candidato presidencial del partido Gustavo Petro dirige carta al Alcalde para que nombre y presida Comisión que examine proceso de contratación ante insistentes informaciones de prensa e inquietudes de columnistas y alarmas serias surgidas al interior del propio partido. La carta es derivada a un funcionario de tercer orden en la Secretaría de Gobierno y nunca tiene respuesta. Error.

En octubre de 2010 se produce el informe de control político sobre la contratación en Bogotá del cual son autores el Concejal Distrital Carlos Vicente de Roux, el senador de la República Luis Carlos Avellaneda y el excandidato Presidencial Gustavo Petro. Este informe aprovecha revelaciones muy graves, conocidas con anterioridad a través de la prensa, que terminarán comprometiendo al Contralor de la ciudad. El informe basado en un acopio serio de información permite entrever, todavía sin pruebas definitivas, las preocupantes dimensiones del llamado carrusel de la contratación en la capital.

El error del Partido consiste en asumir el informe como una acción en el contexto de las diferencias internas subsiguientes a la campaña electoral y como una prolongación de la conspiración de la derecha montada contra el partido en el Gobierno de Álvaro Uribe y no como una iniciativa válida de control político que merece atención y que, aparte de las consecuencias disciplinarias y penales a que diera lugar, le daba oportunidad al Partido de tomar distancia política de la administración sin condenarla. El Partido toma la postura equivocada que sólo se pronunciará políticamente cuando haya resultados de los órganos de control porque así se estaría respetando el debido proceso. Error.

Giro inesperado

Finalmente ante la suspensión del alcalde Samuel Moreno y contra todo pronóstico, pero ciertamente en concordancia con decisiones de la pasada reunión de Coordinación Nacional realizada el 4 y 5 de febrero, el CEN del PDA resuelve (Declaración del 3 de mayo, Punto 3) pedir la renuncia del alcalde Samuel Moreno. Posición tardía, pero sin duda acertada. Muchos hechos estaban de por medio. Ello equivale a quitarle el apoyo político a la administración sin condenarla, sin afectar el respeto al debido proceso y naturalmente sin desconocer los inmensos logros en materia social y en otros campos alcanzados por las dos administraciones del Polo Democrático.
Era lo que en su momento, octubre de 2010, había planteado la Comisión de Contratación y lo que otras voces habían pedido insistentemente durante meses dentro y fuera del partido.
Presente y futuro: algunas pistas

La Declaración emitida por el CEN del PDA, el 3 de mayo, expresa en su punto 5: “El Polo Democrático Alternativo asume cabalmente la responsabilidad que le corresponde frente a los hechos que han originado la presente crisis”.

Si algo significa “asumir cabalmente responsabilidad”, el Partido debe tomar un camino que implique reafirmar aciertos y corregir errores como han sido puntualizados aquí y sobre todo que signifique abrir nuevas posibilidades al proyecto político que conserva plena vigencia.
Cabe ahora decir que el camino de recuperación del PDA es de reafirmación, rectificación, reencuentro y relanzamiento. Las cuatro erres hacen referencia a las cuatro ruedas que son necesarias para que con el combustible de una renovada voluntad política y con la ruta trazada por el Ideario de Unidad el carro del Partido se dirija a la meta de una nueva Colombia. Hay que abrir la deliberación en todos los espacios partidarios y avanzar en esta perspectiva a través de entendimientos progresivos. Lo importante es establecer que en el proceso de recuperación la base del Partido cuenta de manera definitiva. Afiliado, afiliada: tu voz es tu poder.

La terna para reemplazar a Samuel

El Partido solicitó a Samuel Moreno que renunciara a la Alcaldía. Esa postura se mantendrá así fuera fallada positivamente la tutela interpuesta ante la decisión del Procurador. El partido no debe demorar la conformación de la terna. Está bien concertar los criterios y sobre todo concertar los nombres. La terna debe a la vez ser plural y concertada, de esa manera cualquiera sea el nombre escogido por el Presidente de la República tendrá el pleno respaldo de todo el Partido. Éste compromiso debe ser respetado en la misma forma que se respeta el resultado de las consultas. La conformación de la terna hay que ubicarla como un elemento importante en el proceso de recuperación. Ojalá no se pierda esta valiosa oportunidad.

El programa para ocho meses

Al tiempo que conforma la terna el Partido debe hacerse a la idea cuál es la modalidad de Administración que la ciudad necesita en el período de transición, que fácilmente puede extenderse a los 8 meses faltantes para terminar el período. Se necesita un Alcalde que continúe con decisión la obra social, que reorganice la terminación del plan de obras públicas, que gestione transparentemente las nuevas licitaciones y contrataciones, que tome medidas extraordinarias a favor de la transparencia, que asegure las garantías para el juego político democrático en las elecciones de octubre próximo, que fortalezca los procesos de participación ciudadana y empoderamiento ciudadano. La ciudad debe sentir un nuevo aire y alejarse de la idea que el Polo Democrático está agotado al frente de la ciudad y su futuro.

El candidato y la campaña

Si pedir la renuncia a Samuel tiene una significación real de rectificación, esa intención debe afianzarse en la escogencia del nuevo candidato o candidata del PDA a la Alcaldía Mayor para el período 2012 – 2015. Ello hace relevante la Comisión Programática propuesta y aprobada en la reunión de la Coordinación de Bogotá, el pasado 27 de abril. La complejidad del momento presente y del reto que viene ameritaría la realización de una Conferencia Política Distrital del PDA (mucho hay que clarificar) en perspectiva de la Conferencia Programática Nacional del Partido ya aprobada (sin fecha) por la Dirección Nacional.
Estos pasos se darían en armonía con la escogencia del candidato o candidata del Partido a través de una de las dos vías previstas en el Estatuto: la mayoría calificada del 60% en la Coordinadora Distrital o la consulta partidaria entre los diferentes nombres que finalmente se presenten. La campaña se haría alrededor de tres ejes ineludibles: la defensa de los logros de las dos administraciones polistas, la rectificación de limitaciones y errores reconocidos, la oferta de nuevos horizontes de transformación social, democrática e institucional.

La ruta de la recuperación

Los procesos a los funcionarios, las elecciones de octubre y el fin de la administración del Polo en Bogotá ya serán hechos cumplidos al término de 2011. Todo el mundo político entrará en ese momento en una fase de decantación y recomposición. Seguirán tres años que permitirán redefiniciones; reacomodamientos pequeños y grandes en y entre las fuerzas políticas. Puede ocurrir el agotamiento de unos proyectos políticos y el surgimiento de otros nuevos. Partidos que mueren y partidos que nacen. El PDA puede verse envuelto en esos fenómenos. La agenda partidaria cuenta mucho en los resultados. Una actitud deliberante y proactiva puede salvaguardar el proyecto.

El Polo ha tenido problemas y pérdidas en este período, pero también ganancias significativas, sobre todo valiosos aprendizajes. Es bueno tomar en cuenta que un partido político es en muchos aspectos como un equipo de fútbol, su existencia y su éxito dependen no sólo de sus jugadores sino también de sus hinchas. El Polo tiene activos importantes en ambos sentidos. Como el equipo de fútbol el Partido pasa por momentos buenos y malos. Uno y otro necesitan pensar permanentemente en cambios para superar dificultades o sencillamente para mejorar. Importante aquí identificar los objetivos de cambio del partido y vincularlos a una agenda o mapa de ruta de corto y mediano plazo. Esa es la forma como los afiliados y afiliadas del PDA y sus seguidores pueden saber a qué atenerse y cómo orientarse en el mar agitado de la política colombiana. Es en la construcción y consolidación de esta ruta de recuperación que tiene sentido la realización del Congreso Extraordinario o Tercer Congreso del PDA. Considero que el Partido puede entrar en una dinámica de cambio que le presente al país un PDA con rostro nuevo. Los siguientes elementos quizá sirvan a la preparación del Congreso, una vez se defina la fecha de éste.
Prioridad. En un conjunto tan abigarrado, con una pluralidad tan grande y explosiva, aunque parezca extraño el primer problema hoy no es el ideológico y programático sino el organizativo y de reglas de juego para generar confianza, tomar decisiones y dirimir aspiraciones; esta solución permitirá avanzar sobre el prime problema.
Organización. El Polo está en pañales en la solución del problema organizativo, al respecto es preciso poner atención en asuntos como los siguientes:

El registro de los afiliados y afiliadas no se tiene al cabo de 5 años,
Los comités de base previstos en los estatutos son inexistentes,

Las tendencias (orgánicas y de opinión) están reconocidas, pero no reglamentadas,

Las bancadas están reglamentadas, pero no se someten a ninguna disciplina partidaria,

Los proyectos estratégicos están identificados y reglamentados, pero no están en marcha,

Los organismos territoriales y sectoriales de diverso tipo existen, pero no cuentan debidamente,

Los organismos de dirección y administrativos existen, pero su funcionamiento no es regular.

Dimensiones. El Polo no puede seguir siendo un proyecto de dimensión básica o exclusivamente electoral, es preciso que el Partido sea un foco de cultura y de pensamiento por la profundización integral de la democracia y un centro de articulación de las resistencias antisistémicas y de su expresión en un nuevo sujeto sociopolítico. El Polo debe ser un referente central de los movimientos y dinámicas societales, entre ellos los movimientos de jóvenes que en todas las latitudes buscan nuevos horizontes.
Programa. Los elementos constitutivos de identidad partidaria ideológica y programática, así como la identificación de los actores, sectores de clase, espacios de opinión, manifestaciones culturales, referentes institucionales, hitos históricos y liderazgos simbólicos no tienen cohesión en la percepción de los integrantes ni de los votantes del Partido. Frente a esta circunstancia de débil identidad interna y externa el Partido tiene asumida y decidida por unanimidad la realización de una Conferencia Ideológica y Programática anterior al próximo Congreso partidario.

Internacional. La relación internacional es definitiva en el proceso de construcción partidaria, el Polo es parte del proceso cultural, social y político que se sintetiza en el lema “otro mundo es posible”. Resistencias, izquierdas y progresismos confluyen para avanzar. Proyectos como el Partido de los Trabajadores de Brasil y el Frente Amplio de Uruguay están dispuestos a un intercambio en el marco de nuestra Conferencia Programática y de nuestro Tercer Congreso. Puede programarse con participación de ellos un seminario internacional previo.

Formación. El PDA en sus cinco años de existencia formal y en sus diez años de existencia real (con antecedentes cercanos) no ha contado con un proceso de apropiación cultural del proyecto político mediante un programa de formación sistemático que se proponga que todos sus integrantes conozcan analíticamente los documentos fundacionales y legales básicos del Partido. No hay programas de inducción para nuevos afiliados. Ahora se ensaya la modalidad de diplomado con iniciativas en varias regiones como respuesta aún incipiente a este vacío.

Lección. La dura experiencia de Bogotá debe servir para que el Partido entienda la importancia del apego principista al proyecto político. Del pragmatismo al clientelismo sólo hay un paso y de éste a la corrupción quizá ninguno, por esa vía nos asimilamos al establecimiento.
Edición N° 00254 – Semana del 13 al 19 de Mayo de 2011

Publicado en http://www.viva.org.co/cajavirtual/svc0254/

sábado, 9 de abril de 2011

Izquierda plurifurcada

Entre los años 1999 y 2002 se produjo un movimiento de articulación de las izquierdas y sectores democráticos independientes, fenómeno que está en el trasfondo de lo que en diciembre de 2005 llegó a ser el partido Polo Democrático Alternativo.

Ese movimiento se originó en los desgastes políticos que sufrieron tanto las élites tradicionales como los movimientos insurgentes con el fracaso de los diálogos de paz y por respuestas insuficientes a problemas profundamente sentidos por la población.

El país venía de la crisis económica que se experimentó durante la administración de Andrés Pastrana 1998-2002. El fenómeno de los gobernadores del sur (Nariño, Putumayo, Caquetá, Cauca y Tolima), la candidatura presidencial unitaria de Lucho Garzón en 2002 y su posterior elección como Alcalde de Bogotá fueron hechos políticos que se constituyeron en el quiebre de la marginalidad política de los sectores de izquierda e independientes. Alcanza su máxima expresión este movimiento con la votación sin precedentes por Carlos Gaviria Díaz en las elecciones presidenciales de 2006 en la cual el Polo Democrático fue segundo ante el bloque político que obtuvo la reelección de Álvaro Uribe.

En estos cambios del paisaje político se advierte la pérdida de peso y de tamaño de los partidos tradicionales, liberal y conservador, el surgimiento de una derecha más agresiva y definitoria, el uribismo que se expresa en varios partidos, y la emergencia de expresiones orgánicas de izquierda y de centro. El marco institucional, a través de sucesivas reformas políticas, induce el aglutinamiento de sectores relativamente afines. El multipartidismo subsiguiente a la Constitución de 1991, cerca de 80 personerías jurídicas, evoluciona hacia el pluripartidismo con menos de 15 personerías jurídicas partidarias reconocidas.

Es notoria la situación de cohabitación de dos proyectos políticos bien diferenciados que quedan simbolizados en los gobernantes de signo contrario que habitan la Casa de Nariño, sede de la Presidencia, y el Palacio Liévano, sede de la Alcaldía de Bogotá. Pero la izquierda y sectores independientes no logran profundizar y consolidar su proceso de articulación experimentado en los primeros años 2000. A partir de 2006, cuando se logra el mayor avance, en ese mismo momento comienza a revertirse la acumulación política lograda en los años precedentes.

Mientras la opción hegemónica de las élites tradicionales logra renovarse a través de la candidatura de Juan Manuel Santos, la opción alternativa se desagrega, el candidato presidencial del Polo abandona el partido, y su mayor logro la Alcaldía de Bogotá se diluye en un escándalo relacionado con la contratación de las grandes obras en la ciudad. Aunque es claro que en Colombia el sistema político se reproduce a través del clientelismo (Leal y Dávila, 2010) resulta paradójico que quien paga el mayor costo de la hecatombe moral que hoy experimenta el país no sea el uribismo corrupto hasta los tuétanos sino el partido que representa la opción alternativa.

El proceso desemboca otra vez en una izquierda plurifurcada. El Polo está reducido en sus alcances organizativos y políticos como espacio de articulación de la izquierda democrática. Angelino se entiende con la Unidad Nacional e impulsa una opción de Centro Independiente. Lucho trata de subsistir políticamente al abrigo incierto de los Verdes. Petro emprende la aventura de un proyecto propio. Se desdibujó la opción de una izquierda que converge, que supera el síndrome de las armas y le apuesta a profundizar y radicalizar la democracia.

El actor entra en crisis, el proyecto sigue vigente. La izquierda democrática y civilista, nueva izquierda, que anime la construcción de un sujeto de transformación democrática y mediación estructural no puede faltar en el paisaje político de Colombia.

lucho_sando@yahoo.es

viernes, 11 de marzo de 2011

O Tempora ¡ O Mores¡

“Qué tiempos, qué costumbres” es la conocida expresión de Cicerón en la Roma de César, Siglo I a. C., ante la perversidad privada y pública de sus contemporáneos

Podemos emplearla hoy nosotros ante la moral deformada que permea toda la política colombiana. Desde Marsilio de Padua (1324) está claro que hay un orden terrenal diferente del celestial, que a Dios y al César se deben cosas distintas y que el Papa no es el superior jerárquico de los gobernantes, pero ¿Podrá aceptarse la política divorciada de la ética como supuestamente lo proclamó Maquiavelo (1513)? ¿El referente ético de la política tiene que ser religioso o puede y debe ser laico? ¿Si la política debe obedecer a valores y principios cuáles son esos valores y principios?

Ante todo constatemos que en nuestro tiempo las costumbres o prácticas políticas están regidas por una especie de axiomas interiorizados cada vez por más personas, actores políticos, gobernantes e instituciones: el fin justifica los medios, todo vale; combinación de formas de lucha, todo vale; los políticos pueden acomodarse a las circunstancias cambiantes porque todo vale; lo primero es el interés por mezquino que sea, no la vida; la apropiación privada del Estado no es problema: hoy por mi, mañana por ti; la inversión en política se recupera con los bienes públicos; si todos roban, yo también puedo; lo malo no es robar sino dejarse pillar; lo malo de la rosca es no estar en ella; la gente no ve las irregularidades sino las realizaciones; no importa que roben con tal que hagan algo; hay que esperar decisiones judiciales para prender las alertas políticas.

Comportamientos muy extendidos, parecen predominantes, se inspiran o justifican en estos axiomas. Ello hace que vida y política sean las dos realidades más deterioradas hoy en Colombia. Puesto que la política es el principio de organización de la vida social, cuando se deteriora la política también, en igual o mayor medida, se deteriora la vida en todos sus aspectos. No hay vida buena donde hay política mala. Cuando la vida es un asunto tan deleznable en las relaciones entre los individuos integrantes de la sociedad – la más nimia diferencia le puede costar a uno la vida -, no es raro que la política cuya función es hacer posible la vida, su realización y su expansión, esté igualmente envilecida al máximo. Vida y política son correlatos inseparables e indisolubles.

La experiencia universal muestra que en la corrupción pueden incurrir todos los regímenes políticos, no importa cuál sea su orientación o sello ideológico: derecha, centro, izquierda, sea democracia o dictadura. ¿Es válida y legítima la denuncia de la corrupción de la derecha cuando la hace la izquierda y no al contrario? El hecho de que la corrupción sea sistémica no exime a nadie de responsabilidad moral, política y penal. Hay que superar la idea que solo la apropiación privada de los bienes públicos constituye corrupción, también lo es el abuso de poder y el incumplimiento de los fines del Estado.

Colombia tiene en abundancia algunos de los más poderosos diluyentes de la política: la violencia, la corrupción, la inconsecuencia, pero también la fetichización del poder (E. Dussel), el caudillismo, que fortalece el poder delegado (representante) y debilita el poder primario (comunidad). El país asiste hoy a una verdadera hecatombe moral. Todos los días se descubren más excesos del uribismo. La reciente ola verde se diluye en la inconsecuencia. La anterior ola amarilla se muestra incapaz de conciliar Estado ético y Estado social. La política espectáculo no produce asombro sino escándalo. O tempora, o mores.

lunes, 21 de febrero de 2011

Posiciones en el PDA sobre contratación en Bogotá

Diferencias y aproximaciones pos Dirección Nacional - Febrero 2011
Introducción
En la vida de un partido político puede haber diferencias que valen la pena y diferencias por fruslerías. Hay diferencias fundadas y diferencias caprichosas. Hay diferencias que desgastan a un partido, hay diferencias que lo hacen crecer. La democracia plural es el juego constructivo de las diferencias.
Es importante para los polistas y para la ciudadanía en general mirar de cerca las actuales diferencias dentro del Polo Democrático, establecer su sentido y tratar de encontrar la mejor forma de manejarlas. Esta es una oportunidad en la cual puede avanzarse en la idea de mejores partidos para una mejor sociedad. Un partido le pertenece a sus afiliados y afiliadas, es obvio, pero un partido es también un bien público, quiere decir que a la sociedad entera le interesa que un partido solucione satisfactoriamente, esto es, democráticamente, sus problemas porque en cada partido hay un potencial gobierno del conjunto de la ciudadanía. Ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a opinar sobre lo que pasa en los partidos, en todos no solo en el propio.
Este artículo preparado para el periódico virtual Caja de Herramientas presentará una síntesis analítica de las diferencias al interior del Polo una vez realizada su reunión de Dirección Nacional los días 4 y 5 de febrero. Hay que precisar en qué están las diferencias, quizá refrescando algunos antecedentes, mostrar los pasos que han dado tanto la mayoría como la minoría para aproximarse y rescatar los elementos que van apareciendo a fin de configurar un espacio común. Sin olvidar que se trata en el caso del Polo de un partido joven que, con cinco años de existencia formal (diez de proceso real con antecedentes), es un partido que no ha superado aún sus limitaciones de origen y que para transitar a condiciones nuevas, mejores que las iniciales, debe aprovechar al máximo cada experiencia, positiva o negativa.
Acepto el reto, que otros han planteado, de la “verdad política”, pero no con la pretensión de establecer una verdad inamovible o exegética porque yo me sitúo, quizá todos estamos, en el campo de una lectura de hechos, si se quiere en una interlocución, podría ser un amplio debate, entre diferentes lecturas
1 Investigador social, columnista de prensa, autor del Libro Polo Democrático Alternativo: ¿Hacia Dónde con Quiénes?, Democracia Hoy, Bogotá, 2009.
acerca de los mismos hechos, hechos de índole política, esto es, hechos que tienen que ver, todos ellos sin excepción, con el ejercicio del poder público por unos y con la pretensión legítima de otros de avanzar hacia ese poder (partido, opinión, Gobierno… ).
Por supuesto que en todo momento tiene que estar presente el afán por capturar los hechos con la mayor exactitud y fidelidad posible. Hechos antes que interpretaciones, interpretaciones solo con fundamento en hechos reales. Es decir, más que a un criterio de verdad, a lo que adhiero es a un sentido de realidad y a una capacidad de comprensión que, sin duda, es siempre la base de la seriedad en la política. La política principista tiene entre sus principios el principio de realidad.
Diferencias palpitantes
Muy difícil el trámite de las diferencias en la reunión de Dirección Nacional del PDA. No hay duda que tanto la mayoría como la minoría hicieron esfuerzos de aproximación, pero no se compartió el propósito superior de mantener la unidad alrededor de la coherencia política. Trato de explicarlo aquí con las mismas palabras que emplee en nota reciente publicada por El Espectador.
Hay que tomar muy en cuenta que la materia fundamental de las diferencias en la Dirección Nacional fue la actitud ante los hechos que rodean la Alcaldía de Samuel Moreno en Bogotá. Todos los días se develan nuevas circunstancias sobre el sórdido trasfondo de la contratación en la ciudad. A pesar de la continuidad de los programas sociales y de las obras de infraestructura que avanzan y pronto comenzarán a ser entregadas, la favorabilidad de la opinión hacia el Alcalde sigue en descenso. La mayoría del Polo se mantiene firme en una explicación centrada en el desprestigio mediático de la izquierda emprendido desde la derecha, y de allí deriva su actitud de crítica vacilante y una línea de amplia solidaridad con la administración.
La minoría, en cambio, considera suficientes los hechos denunciados para tomar una actitud profundamente crítica, coherente con los postulados éticos del partido, y llama sin dubitación a la censura política de la administración. Para unos el Polo queda a salvo en la coyuntura si se dilata la aceptación política de las denuncias hasta cuando se pronuncien los órganos de control, para otros ello se obtiene si se acepta desde ya la gravedad política de las denuncias y se asume una actitud de rectificación sin esperar los fallos disciplinarios y judiciales. Estas fueron las dos posturas que no lograron conciliarse en el seno de la Dirección Nacional del partido.
La opinión está confundida cuando ya se está abriendo un nuevo proceso político electoral para renovar autoridades locales, entre ellas la Alcaldía de la Capital. La mayoría partidaria parece confiar en que los electores se van a fijar más en las realizaciones que en las irregularidades y que ello conducirá a un buen resultado en votos, inclusive a una tercera alcaldía del Polo en Bogotá. La minoría plantea que el camino para recuperar la legitimidad es el de combinar la defensa de logros ciertos con una rectificación decidida de errores inocultables y la formulación de nuevos rumbos, aceptando que muy posiblemente, a pesar de ello, no se alcance a conservar para el Polo la
Alcaldía más importante del país. La polémica es dura y la suerte del partido incierta. Los resultados electorales de octubre más inciertos aún. El esquema de gobernabilidad del alcalde Samuel es también profundamente cuestionado, en particular su entendimiento y repartición de cargos y contratos con el Partido de la U antagonista político del Polo: se entregó el derecho del Polo a gobernar es la crítica. En esta circunstancia ven muchos el mayor error de Samuel.
Honda discrepancia existe igualmente en cuanto al manejo de opinión, mientras la mayoría considera que se trata de un asunto interno del partido que no debe ventilarse en los medios, la minoría considera que es un problema público que resulta ineludible tratar de manera abierta. Sin embargo, al respecto no puede dejar de observarse que en la reunión polista se solicitó el retiro de la prensa al momento en que se iba a abordar el tema de Bogotá y que se condicionó un acuerdo con la minoría si ésta se comprometía a no retirarse y a no hacer pública su postura. ¿Por qué el temor de la mayoría a la visibilidad del debate? ¿Debe en este caso la minoría someterse sin más a la mayoría y quedarse callada? Volveré más adelante sobre el delicado y apasionante tema de comunicación y política. Reitero el aserto de que el problema central está en las lecturas diferentes existentes en el partido sobre el segundo gobierno del Polo en Bogotá encabezado por Samuel Moreno Rojas según se ha descrito.
Alertas tempranas desatendidas
El supuesto básico es que el Alcalde gobierna con su partido, naturalmente con las fuerzas aliadas que contribuyeron al triunfo y con las cuales se tenía un acuerdo programático. Como se venía de la experiencia de Bogotá Sin Indiferencia en que Lucho Garzón prefirió mantenerse a distancia del PDI primero y luego del PDA, todos los precandidatos del PDA firmaron en 2007, antes de la consulta interna, el compromiso de que quien ganara la consulta y resultara elegido gobernaría en coordinación con el partido, naturalmente con transparencia y fidelidad al Ideario del partido (Acta de Compromiso suscrita por Samuel Moreno, María Emma Mejía, Hernando Gómez y Edgar Montenegro precandidatos del PDA a la Alcaldía 2008 - 2011).
Una vez posesionado el segundo Alcalde del Polo, Samuel Moreno, el primer fenómeno que se da es que al comienzo del gobierno se prefiere que cada grupo hable por separado con el Alcalde en lugar de hacerlo colectiva e institucionalmente, entablando una relación programática a través del CEN. Lo segundo es que, a pocos meses de marcha de la administración, ante los reparos que comienzan a aparecer en la prensa y ante hechos directamente constatados, se desestiman las iniciativas de diferentes miembros del CEN que consideran necesario asumir el seguimiento de la administración (Asprilla, Téllez, Gaviria, Bula…). Guillermo Asprilla miembro titular del CEN y de la Dirección Nacional del PDA ha aportado al respecto este revelador testimonio:
“Desde el momento de la elección de Samuel Moreno, como Alcalde de Bogotá, plantee en el seno del CEN la necesidad de construir una RELACION POLITICA INSTITUCIONAL, entre el partido y el gobierno. Dicha relación institucional debería abarcar no sólo la definición de las políticas públicas, sino
incluso la discusión sobre la conformación de los equipos de gobierno y la participación del partido en los mismos… Yo continué reclamando en múltiples oportunidades el debate sobre las relaciones institucionales Gobierno-Partido, pero mi voz quedó absolutamente solitaria y aislada en este tema. Aun cuando personas como el maestro Carlos Gaviria, me otorgaron la razón en la justeza teórica del planteamiento, ese gesto no se convirtió en decisión o acción política alguna. El Maestro Gaviria, Presidente del partido en ese entonces, ratificó incluso mis denuncias al afirmar con cierto tono de amarga perplejidad, que el Alcalde Moreno Rojas, ni siquiera se dignaba pasarle al teléfono o contestar sus llamadas. Pasados los primeros meses de ejercicio del actual Alcalde de Bogotá, ya era claro que la administración había adquirido un estilo y una práctica marcadamente clientelistas y que algunas de sus políticas públicas se alejaban del Ideario del Polo… El 11 de mayo de 2009 dirigí carta al CEN para insistir sobre lo mismo (Segundo.- La evaluación objetiva de la gestión de la Alcaldía de Bogotá y la determinación de las rectificaciones a que haya lugar) (sic), mi máximo avance fue haber logrado que se introdujera el punto en el orden del día, cuando ya la prensa empezó a publicar la pésima valoración de la opinión pública sobre el gobierno de Samuel, pero el tema, que estuvo varias semanas en la agenda, nunca fue abordado, pues siempre había otros asuntos prioritarios en el orden del día. Cuando se conoció la decisión de privatizar la ETB, el CEN designó una comisión para plantear al ALCALDE, el rechazo casi unánime del Polo a la privatización. La Comisión se reunió con el Alcalde, quien nos pidió escuchar a la dirección administrativa de la ETB. Con mucha displicencia y desgano por parte de los funcionarios de la ETB, se organizó una presentación del estudio de la Banca de Inversión, pero allí los altos funcionarios de la ETB recibieron con proverbial grosería nuestros cuestionamientos, ocultaron lo sustancial de la información y el Alcalde, simplemente siguió adelante con la privatización. Después fue evidente que el Partido realmente no gobernaba en Bogotá, no sólo porque las relaciones institucionales no existían, el alcalde no las quería y el CEN no se las exigía, sino porque la mayor parte de la administración, sobre todo en los cargos de dirección, se entregó a representantes del partido de la U, del Conservatismo y del Samperismo. Volví a plantear esa realidad en el CEN y otra vez la respuesta fue el silencio de la mayoría, pero esta vez claramente alineada con Samuel Moreno. Los resultados están a la vista”.
Lo tercero es que el dirigente y precandidato presidencial del partido Gustavo Petro considera llegado el caso de solicitar por carta a la administración del Alcalde Samuel Moreno que cree una Comisión para que clarifique los rumores sobre transgresiones a la transparencia en la gestión de la ciudad y recomiende correctivos al respecto. En febrero de 2010, el Precandidato Presidencial del Partido invita al Alcalde del Partido a “encabezar personalmente un equipo de trabajo… para luchar decididamente contra la corrupción en la administración distrital… /sería/ un verdadero Consejo Distrital contra la corrupción… la ciudadanía bogotana percibe, y así me lo ha hecho saber en mis diversos recorridos por las localidades, un incremento inusitado del nivel de corrupción en las actuaciones del Distrito… el cáncer de la corrupción podría carcomer nuestros logros administrativos”. Más clara y responsablemente no podía expresarse un candidato aún a costa de ver alejarse la simpatía de la administración en el proceso electoral en curso. La
carta de Petro fue trasladada a un funcionario de tercera línea en la Secretaría de Gobierno y nunca tuvo respuesta.
Lo cuarto que en este punto merece resaltarse es que Carlos Gaviria, presidente del Partido, observa que realmente a la ciudad no la está gobernando el Alcalde del Polo con el Polo sino con otras fuerzas inclusive contrarias al Polo. Gaviria ha dicho claramente en varias oportunidades, una de ellas el 25 de octubre de 2010, días después de la entrega del Informe sobre Contratación en la ciudad, en Caracol 6 AM, entrevistado por Darío Arismendi: “Denuncias preocupantes… deben ser sometidas al debido proceso como corresponde en el Estado de Derecho… No se puede sancionar (expulsar) por hechos no comprobados por los jueces… Se han dado constantes demarcaciones entre Polo y Gobierno de Bogotá… Solo tres (3) veces he podido hablar con Samuel… He dicho que nos hemos quedado con el pecado y sin el género: Samuel no hace en Bogotá un gobierno del Polo”. Estos testimonios son indicativos de la debilidad institucional del partido que se expresa, entre otras manifestaciones, en que no tiene capacidad para orientar los gobiernos que se originan en su plataforma electoral y discursiva.
¿Control político desde los medios?
Está suficientemente probado que se agotaron todos los medios y recursos posibles para que el partido se ocupara desde el CEN de hacer seguimiento institucional al gobierno distrital. Cuando la Comisión sobre la Contratación en Bogotá se constituye, en julio de 2010, es porque los rumores y chismes ciudadanos y las versiones de prensa, informaciones y análisis de columnistas, ya resultaban abrumadores. Todo mundo sobre el tema, el único que no se pellizcaba era el Polo, eso era añadirle una vergüenza más a los señalamientos y denuncias que se hacían por todas partes. Siguiendo los hechos de manera inductiva se ve que no fue un problema de mala leche, indisciplina o imprudencia constituir la Comisión, realizar el Informe y acudir a los medios. Se trataba de romper un cerco que ni siquiera el Presidente del Partido había podido superar con sus intentos, “esfuerzos imposibles” (Caracol) los llama él.
En ese contexto de copa rebosada es en el que el Concejal capitalino Carlos Vicente de Roux, el Senador Luis Carlos Avellaneda y el Excandidato Presidencial del Partido Gustavo Petro, personas de reconocido valor civil, emprenden el ejercicio de control político y deciden hacerlo con los medios precisamente para que tuviera legitimidad y fuerza política correctiva ante eventual comprobación de irregularidades. No se podía volver privado un asunto que ya era público. El control de lo público es público. El control social que emprenden los ciudadanos, el control político que se hace desde los órganos políticos, aún el control que ejercen el ministerio público y los órganos judiciales no se desata porque se parta de hechos flagrantes sino que casi siempre prende con la chispa de tenues indicios, o sospechas, o simples rumores. Si no se pudiera proceder así no existiría periodismo investigativo ni veeduría ciudadana, ni podrían los ciudadanos y afiliados a un partido cumplir con derechos y deberes que están claramente establecidos.
Derecho de control y deber ético
Para el caso del Polo las disposiciones no pueden ser más claras, completas y terminantes: Estatuto Art. 8.5 (derechos: fiscalizar la gestión de su dirigencia y las actividades del Polo), Art.9.10 (deberes: todo miembro del partido que participe en la administración pública deberá dar ejemplo de rectitud, honradez, transparencia e idoneidad, en el marco de la Constitución Nacional, las leyes, y los estatutos y fines del partido), Art.10 (sanciones: … faltas contra la ética pública… código de ética aprobado por el Congreso del partido hace parte de los presentes estatutos), Arts. 36 a 39 (comisión de ética y garantías…), Art. 40 (Principios de ética: … la moralización de la administración pública, la lucha contra la corrupción, la transformación de las prácticas negativas arraigadas en nuestra sociedad…), Arts. 41 a 43 (de la actuación de los afiliados y afiliadas como gobernantes y en las corporaciones públicas: las personas afiliadas al partido, electas en cargos uninominales (alcaldías, gobernaciones y Presidencia de la República) tienen la obligación de actuar conforme a los mandatos éticos y programáticos del partido).
Estas disposiciones del Estatuto se detallan en el Código de Ética: Art.1. El presente instrumento tutela la aplicación de los principios de la ética política, ciudadana, social, administrativa y pública… Y por si algo faltara, en el Programa de Gobierno de la campaña presidencial de 2010, Gustavo Petro y Clara López señalan: “Estos objetivos centrales – Un Pueblo con Poder de Trabajar, Un Pueblo con Vida Digna, Un Estado para el Pueblo - se inspiran en una nueva ética de lo público, nueva ética política, nueva ética económica y de gobierno….”.
Alguien tiene que poner en práctica estos mandatos que no son adornos en el árbol de navidad. No se pueden reconocer derechos para luego estigmatizar su ejercicio. Debería ser perfectamente válido y aceptado que cuando los afiliados y afiliadas ejercen estas prerrogativas están favoreciendo y no perjudicando su partido. Esas herramientas existen precisamente como recursos institucionales, unos ordinarios, otros extraordinarios, para que los mismos asociados puedan velar por la buena salud y la integridad de organismos que son esenciales para la vida de la sociedad como son sus partidos políticos. Por eso el concepto que precede todo este texto es mejores partidos para una mejor sociedad. La recreación de la política es un imperativo vital de la sociedad colombiana.
Este ejercicio no se puede realizar sin comunicación. La comunicación es la que proporciona el apuntalamiento político y da la posibilidad de que la opinión pública sancione a quien se le compruebe que ha defraudado la confianza o atentado contra los bienes públicos. Naturalmente también opera a la inversa: es mediante la comunicación que se reivindica la persona que no obstante indicios serios que generaron una alerta razonable, termine aclarando suficientemente todas sus actuaciones. Todo ello aceptando que siempre es preciso agotar instancias, momentos, recursos y que cada tema o problema tiene sus canales propios y adecuados para ser tratado. El control social y el control político con apoyo en la comunicación también forma parte del Estado de derecho. El caso que nos ocupa, sin que esté exento de fallas y de limitaciones, en lo sustancial muestra un uso plenamente justificado de la comunicación. Si así no se hubiera hecho no se habría roto el círculo de inercia
que, voluntaria o involuntariamente, rodeaba el tema de Bogotá en las altas esferas del partido.
No confundir una cosa con otra
Al tiempo que estas acciones se han emprendido con sano criterio, no hay duda que también desde círculos de la derecha política extrema y desde el mismo Estado y desde sectores poco amigos del proyecto social que encarna el Polo Democrático, muchos de ellos con acceso fácil a los medios, o los mismos medios, se aprovechan de las circunstancias para descalificar a la izquierda y cobrarle políticamente sus supuestos o reales errores y, sobre todo, sus realizaciones. Pero no se puede confundir una cosa con otra, ni caer en la extravagancia de asimilar a los afiliados y afiliadas polistas que plantean rectificaciones, con serio fundamento y en ejercicio de claros derechos y deberes, con los agentes de la extrema derecha y con las empresas criminales que “promueven la división del Polo y quieren meterles en la cabeza a los colombianos que sus dirigentes eran de las Farc y que el Alcalde de Bogotá era corrupto” (CEN, 25 de octubre de 2010).
La línea deductiva o inclusiva no es un buen método: existe una acción desde la derecha contra el Polo, luego las críticas que surgen dentro del Polo son necesariamente parte del ataque de la derecha, la llamativa coincidencia de que se ha hablado en diferentes oportunidades por parte de diferentes personas. La línea inductiva que parte de los hechos de la vida del Polo y toma en cuenta los contextos que los generan tiene mayores posibilidades de acierto. Lo cual no impide que puedan establecerse o descubrirse conexiones entre hechos y dinámicas que tienen origen e intencionalidades diferentes. Este es un terreno en el que existe el riesgo de caer en el facilismo analítico con graves consecuencias para la vida partidaria porque se crean desconfianzas infinitas: si mi compañero-dirigente es un agente del enemigo tengo que denunciarlo, apartarlo, aburrirlo, alegrarme de que se vaya…
Sobre las acciones emprendidas sistémicamente por sectores de derecha, por el paramilitarismo y desde distintos rincones del Estado contra la izquierda democrática en el país en los últimos diez años, incluido el papel de los medios, es preciso elaborar con celeridad y oportunidad un libro blanco que tenga entre otras consecuencias la de arrojar luz sobre la absoluta transparencia del control político adelantado desde el propio partido hacia sus gobernantes, especialmente en el caso de la contratación en Bogotá.
Lo que está en juego no es poco
El gobierno de Bogotá en dos oportunidades consecutivas – 2004 a 2007 con Lucho Garzón PDI y 2008 a 2011 con Samuel Moreno PDA - es la principal experiencia política de la izquierda y sectores democráticos independientes en muchas décadas. Este ejercicio ha sido una vitrina a través de la cual el país ha podido ver lo que el Polo Democrático Alternativo le ofrece al país como opción de gobierno. El presente y futuro político del Polo está ligado al balance y la percepción que la opinión y los electores se formen finalmente de ocho años de administración polista en Bogotá. Es aquí donde caben los
interrogantes que ahora se hacen dentro y fuera del Polo: ¿Siendo el Alcalde del Polo fue realmente el Polo el que gobernó? ¿Lo que ocurrió en estas administraciones muestra fielmente en materia de políticas, gestión, gobernanza y gobernabilidad, desarrollo institucional y transparencia, lo que es el proyecto político del Polo? ¿Por qué el divorcio – las “demarcaciones” y “esfuerzos imposibles” de que habla Carlos Gaviria - entre administración y partido? ¿Aparte de intenciones tenía el partido capacidad instalada real para hacer seguimiento efectivo del gobierno de Bogotá? Estos son los interrogantes que a todos nos taladran al presente la imaginación y a partir de los cuales tratamos de pensar que el pasado hubiera podido ser distinto si esto y lo otro, la eterna historia de la leche derramada, pero ya no nos queda sino el futuro elusivo para intentar hacer realidad lo que imaginamos… por eso es tan importante aprender bien la lección de Bogotá. Lo que pasó no puede volver a pasar.
Diferencia principal y otras diferencias también importantes…
Otro terreno de diferencia entre mayoría y minoría en el Polo es la caracterización del gobierno Santos y, por ende, el carácter de la oposición. Uno más es la forma de conducir el partido y el alcance de sus relaciones y alianzas. Aunque el sector democrático que permanece en el Polo en condición de minoría conserva en el tema gobierno / oposición alguna proximidad con la corriente democrática que impulsa Gustavo Petro y con otras expresiones políticas, movimientos y franjas de opinión en el país, sin embargo, se distancia sustancialmente del excandidato presidencial precisamente en la validez de la organicidad partidista del Polo y su proyecto político de transformación democrática, asunto que Petro considera definitivamente agotado y por eso abandonó el partido formalmente el 1° de diciembre pasado.
El actual sector democrático pos Petro avanza cada día en hacerse a su propia lógica, su propia imagen y sus propios liderazgos. Este proceso sin duda continuará y solo con el tiempo se podrá apreciar si todos los que hoy se reconocen polistas, con adhesión inteligente al Ideario de Unidad, logran cristalizar un modus vivendi en una pluralidad amplia que se traduzca en un Polo pujante con iniciativa en el contexto político nacional. Lo que advierto con sorpresa, grata pero no ingenua sorpresa, es que a pesar de la inminencia de colapso el Polo pervive y sobrevive y al parecer se estarían abriendo posibilidades de entendimiento en medio de las diferencias palpitantes… Es más podríamos estar encontrando la forma manejar productivamente las diferencias cuando ellas no han llegado a su máxima expresión precisamente porque los hechos que las generaron aún están por culminar y encontrar un desenlace…
La diferencia que la minoría hoy mantiene tesoneramente con la mayoría dentro del Polo es por una causa justa. Rectificar como son las lecciones que nos han dado los gobiernos de izquierda en Brasil y Bolivia, recientemente, no desgasta sino que salvaguarda los partidos. Los partidos no colapsan por sus errores sino por la incapacidad de corregirlos. Por supuesto que si se comprueba que los gobernantes, administradores y personajes relacionados con la administración del alcalde Samuel Moreno en Bogotá son impolutos, por
acción de una justicia cabal, saltaría de gozo porque al demostrarse que el Polo no tiene mancha habrá quedado a salvo la esperanza de transformación democrática de Colombia. De momento, aparte del balance de las diferencias, es preciso hacer también el de las aproximaciones.
Aproximaciones reales… metodológicas y sustanciales
Aproximaciones metodológicas:
• Nos identificamos plenamente en el Ideario de Unidad como referente básico
• Nos reconocemos como constructores del Polo en tanto opción de gobierno-poder
• Aquí no hay nadie de la derecha, solo hay expresiones de izquierda y progresistas
• Es válido plantear críticas dentro del partido y adelantar control político
• Distinción necesaria: acción de la derecha… acción crítica sana en el propio Polo
• Manejo de medios (generales y de izquierda): inconveniente el manejo actual…
• Inseparables política y comunicación: necesidad de estrategia interna y externa
• Consenso sí, pero con limitaciones y condiciones… precisar lo justo, lo real, lo viable…
Aproximaciones sustanciales:
• Todos condenamos la corrupción y no incurrimos en ella
• Todos constatamos que en Bogotá el Alcalde del Polo no ha gobernado con el Polo
• Todos atendemos y apoyamos decisiones de Comisión de Ética y Organismos de Control
• Todos estamos por sanciones congruas si hay comprobación de irregularidades
• La Declaración Política de la Dirección Nacional constituye un avance sustancial: busca reafirmar la vitalidad polista y se pronuncia enfáticamente por la transparencia y contra la corrupción.
La decisión compartida por todos de realizar una Conferencia Ideológica y Programática antes del III Congreso partidario puede ser la oportunidad para darle nueva solidez, actualidad y proyección a los acuerdos fundantes del partido.
Subsisten múltiples puntos de vista, más allá de mayoría y minoría, sobre tendencias, sobre forma de establecer las coordinaciones locales del partido, sobre candidatos propios y alianzas electorales, pero no parecen ser diferencias insalvables.
Asumir los retos, vencer las dificultades, reafirmar la unidad, ojalá seamos dignos de la desesperada esperanza… Ojalá. Eduardo Galeano.

jueves, 10 de febrero de 2011

Cuáles son las diferencias en el Polo

Muy difícil el trámite de las diferencias en la reunión de Dirección Nacional del PDA.

No hay duda que tanto la mayoría como la minoría hicieron esfuerzos de aproximación, pero no se compartió el propósito superior de mantener la unidad alrededor de la coherencia política. Hay que tomar muy en cuenta que la materia fundamental de las diferencias fue la actitud ante los hechos que rodean la Alcaldía de Samuel Moreno en Bogotá. Todos los días se develan nuevas circunstancias sobre el sórdido trasfondo de la contratación en la ciudad.

A pesar de la continuidad de los programas sociales y de las obras de infraestructura que avanzan y pronto comenzarán a ser entregadas, la favorabilidad de la opinión hacia el Alcalde sigue en descenso. La mayoría del Polo se mantiene firme en una explicación centrada en el desprestigio mediático de la izquierda emprendido desde la derecha, y de allí deriva su actitud de crítica vacilante y una línea de amplia solidaridad con la administración.

La minoría, en cambio, considera suficientes los hechos denunciados para tomar una actitud profundamente crítica, coherente con los postulados éticos del partido, y llama sin dubitación a la censura política de la administración. Para unos el Polo queda a salvo en la coyuntura si se dilata la aceptación política de las denuncias hasta cuando se pronuncien los órganos de control, para otros ello se obtiene si se acepta desde ya la gravedad política de las denuncias y se asume una actitud de rectificación sin esperar los fallos disciplinarios y judiciales. Estas fueron las dos posturas que no lograron conciliarse en el seno de la Dirección Nacional del partido.

La opinión está confundida cuando ya se está abriendo un nuevo proceso político electoral para renovar autoridades locales, entre ellas la Alcaldía de la Capital. La mayoría partidaria parece confiar en que los electores se van a fijar más en las realizaciones que en las irregularidades y que ello conducirá a un buen resultado en votos, inclusive a una tercera alcaldía del Polo en Bogotá.

La minoría plantea que el camino para recuperar la legitimidad es el de combinar la defensa de logros ciertos con una rectificación decidida de errores inocultables y la formulación de nuevos rumbos, aceptando que muy posiblemente, a pesar de ello, no se alcance a conservar para el Polo la Alcaldía más importante del país. La polémica es dura y la suerte del partido muy incierta. Los resultados electorales de octubre más inciertos aún. El esquema de gobernabilidad del Alcalde Samuel es también profundamente cuestionado, en particular su entendimiento y repartición de cargos y contratos con el Partido de la U antagonista político del Polo: se entregó el derecho del Polo a gobernar es la crítica.

Honda discrepancia existe igualmente en cuanto al manejo de opinión, mientras la mayoría considera que se trata de un asunto interno del partido que no debe ventilarse en los medios, la minoría considera que es un problema público que resulta ineludible tratar de manera abierta. La izquierda lo hace en sus periódicos. Al respecto no puede dejar de observarse que en la reunión polista se solicitó el retiro de la prensa al momento en que se iba a abordar el tema de Bogotá y que se condicionó un acuerdo con la minoría si ésta se comprometía a no retirarse y a no hacer pública su postura. ¿Por qué el temor de la mayoría a la visibilidad del debate? ¿Debe en este caso la minoría someterse sin más a la mayoría y quedarse callada? Las minorías tienen derechos.

martes, 8 de febrero de 2011

El Polo Democrático Alternativo en la encrucijada

La Encrucijada.

La vida política colombiana estuvo determinada durante más de 100 años por el bipartidismo liberal-conservador, sus diferencias, enfrentamientos, pactos, en un contexto casi invariable de abstención, violencia, corrupción y profunda desatención a las necesidades de las mayorías. Jorge Eliécer Gaitán veía al país político en oposición al país nacional, el ámbito de estas mayorías silenciosas y sin poder.

Los de abajo y la izquierda como actores políticos eran objeto de exclusión y estaban en la marginalidad política. Esa larga tradición se rompe en octubre de 2003 cuando Lucho Garzón gana a nombre del Polo Democrático Independiente PDI la Alcaldía de Bogotá. La ruptura parece consolidarse cuando Carlos Gaviria Díaz, a nombre del Polo Democrático Alternativo PDA, obtiene la segunda votación para presidente de la república en mayo de 2006 al momento de la reelección de Álvaro Uribe Vélez.

El Polo vuelve a ganar la Alcaldía de Bogotá por segunda vez en 2007, pero lo que se anunciaba como ascenso sostenido de la opción alternativa con amplia organización, simpatía creciente en la opinión votante y opción de gobierno, entra en un período de turbulencia ante la emergencia de acentuadas dificultades internas y externas y a raíz de la lectura que se hace de su gestión en la capital.

¿Por qué el ascenso? ¿Por qué el descenso? ¿Cuál el futuro?
Estos interrogantes se plantean dentro y fuera del Polo y la respuesta, como ocurre con el devenir de prácticamente todos los partidos, se construye en el doble escenario del debate público y partidario.

El Polo tendrá el 4 y 5 de febrero la reunión de su dirección nacional, una asamblea de 200 miembros, hombres y mujeres provenientes de todo el país, que abordará la encrucijada en que está el partido a raíz de los sucesos relacionados con la contratación por parte de la administración de Samuel Moreno en Bogotá y por los retos que se originan en los comicios territoriales previstos para octubre próximo.

El presente texto avanza una respuesta a los interrogantes que torturan al Polo y a la opinión que sigue la vida de este partido. Es una respuesta soportada en los análisis que distintos autores están haciendo de las fortalezas y debilidades de las izquierdas latinoamericanas, sus partidos y sus gobiernos. Lo que pasa aquí no es ajeno a lo que pasa en las casas vecinas.

Procuraré dar fuerza a la explicación de lo que ha pasado en los primeros cinco años de vida formal del Polo (diez años de proceso real) y esbozar pistas de supervivencia y desarrollo futuro del que considero un proyecto político plenamente válido para el país.
Hipótesis explicativa

El Polo ha sido un partido de institucionalidad débil desde su constitución formal en diciembre de 2005. Los partidos de institucionalidad débil no tienen capacidad, fuerza y destreza suficientes para realizar su proyecto político.
En esta condición radican las dificultades que ha experimentado el Polo a lo largo de sus 5 años de vida (8 o 10 con antecedentes) y de los problemas actuales, de inocultable gravedad, que experimenta el proyecto alternativo.

En lógica consecuencia el Polo tendrá nuevo auge si rectifica el rumbo y se decide por crear una institucionalidad partidaria fuerte como soporte de un proyecto político que, sin ninguna duda, es una opción para un país signado por desigualdades estructurales y con una sociedad que aún no es sujeto político de su propio destino.
La institucionalidad partidaria

Por institucionalidad partidaria se entienden los acuerdos constitutivos, las instancias de organización y dirección, las reglas de juego para tomar decisiones y dirimir aspiraciones, los hábitos o costumbres que se van formando a través de la práctica, la cultura o apropiación deliberada y deliberativa del proyecto político, el espíritu, el talante o ethos que la combinación de elementos produce en la vida de los afiliados y afiliadas y en la vida colectiva. La institucionalidad así conformada puede ser fuerte o débil.

Es fuerte la institucionalidad cuando los integrantes del partido y sus organismos tienen interiorizados como guía intelectual, ética y práctica esos elementos definitorios, es débil cuando ello no ocurre. La debilidad de la institucionalidad partidaria en el caso del PDA se manifiesta en hechos protuberantes (epifenómenos):
• el partido no gobierna sus agrupamientos internos,
• el partido no gobierna los liderazgos de fuerte personalidad,
• el partido no gobierna sus gobiernos,
• el partido no evade prácticas políticas predominantes por él mismo criticadas.

Los epifenómenos

Los cuatro epifenómenos- grupos, líderes, gobiernos y prácticas políticas - merecen cada uno una breve descripción, para indagar luego por los factores que los generan y finalmente decir una palabra sobre qué hacer para superar el actual estado de cosas en procura de una institucionalidad fuerte.

Los grupos. En el papel, el Polo es un partido de afiliados y afiliadas, pero subsisten y son determinantes los agrupamientos preexistentes, los de larga trayectoria que tuvieron y perdieron la personería jurídica por efecto de la reforma política de 2003 (Alianza Nacional Popular - ANAPO, Partido Comunista Colombiano - PCC, Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario - MOIR).

A pesar de que se exigió y pactó la unidad orgánica, quienes la propusieron son precisamente quienes no han procedido a disolverse. Ante esta realidad, puede afirmarse que la unidad orgánica no ha existido en ningún momento de la trayectoria del Polo, ni existe hoy en día.
Los líderes. Dentro del partido hay quienes tienen aspiraciones, ambiciones, prioridades diversas, que convocan y toman iniciativas políticas, personas que tienen algún acceso a los medios y actúan según sus propias percepciones, propósitos y cálculos políticos, sin someterse a las instancias del partido o sólo parcialmente, cuando les conviene. La iniciativa política de afiliados y líderes es un valor, pero se convierte en antivalor cuando no se ejerce dentro de las reglas de juego partidista.

Los gobiernos. Ocurre que quienes inician sus carreras políticas en el partido, se lanzan desde su plataforma legal y discursiva, emplean sus ventajas comparativas y logran ser elegidos a puestos de responsabilidad pública en los cuerpos colegiados o en el gobierno, en los diversos niveles territoriales. Pero una vez logrado su objetivo, se desentienden o se alejan del partido, construyen gobernabilidad con fuerzas extrañas o aún antagónicas y no buscan ni atienden las directrices del partido.
GOBIERNOS DEL PDA 2008 – 2011

En el período 2008 – 2011 el Polo Democrático Alternativo tiene la Alcaldía Mayor de Bogotá y 12 de las 20 Alcaldías Locales en la ciudad, la Gobernación de Nariño y 11 Municipios en este Departamento y otras 9 alcaldías municipales en 5 Departamentos diferentes.
En Bogotá las Alcaldías Locales en cabeza del Polo son: Bosa, Kennedy, Fontibón, Engativá, Los Mártires, Puente Aranda, Chapinero, Ciudad Bolívar, Santafé, Usme, Candelaria, Rafael Uribe Uribe.

En Nariño las Alcaldías Municipales en cabeza del Polo son: Consacá, El Charco, Gualmatán, La Tola, Linares, Magui (Payán), Mosquera, Ricaurte, Roberto Payán (San José), Samaniego, Santa Bárbara (Iscuandé),
Las otras 9 Alcaldías Municipales en diversos Departamentos en cabeza del Polo son: Palomar de Varela y Polo Nuevo en el Atlántico, Armero y Flandes en el Tolima, Fortul en Arauca, Uribe en Meta, San Calixto en Norte de Santander, Yumbo en Valle.
Fuente: archivo del PDA.

Las prácticas. Si un partido nuevo pretende generar esperanza y suscitar confianza, en un medio político tan degradado como el colombiano, tiene que empeñarse seriamente en transformar la práctica política. El Polo Democrático vertió la sabiduría de varias décadas de pensamiento político y de experiencia de la izquierda y de otros sectores democráticos independientes en las declaraciones de los dirigentes y en los documentos fundacionales.

Pero ocurre que la práctica partidaria no ha sido consecuente con esos postulados. A poco andar, incurrió en los vicios del ambiente político tradicional: reducido papel del pensamiento en la vida política, pragmatismo, clientelismo, caudillismo, narcisismo, centralismo, divorcio de sus bases y de sus votantes, incapacidad para conectar lucha social y ejercicio político alternativo, falta de iniciativa, inacción y silencio frente a los acontecimientos.

Origen y determinantes de la debilidad
¿Por qué el Polo es institucionalmente débil? ¿Cuáles son los hechos o factores políticos que están en la raíz de la débil institucionalidad partidaria?
El particularismo. No hay una institucionalidad común fuerte sencillamente porque existen múltiples institucionalidades particulares fuertes, que actúan con autonomía en las definiciones políticas y sólo hacen vida de partido para ciertos efectos prácticos de su conveniencia.

La devaluación del Ideario. Cuando no se gesta un pensamiento transformador fuerte, exigente, comprometedor, se impone el imperio del pragmatismo sin capacidad crítica y sin proyección. Si no existe nervio intelectual, tampoco existe nervio moral. Sin utopía viva no hay cambio, queda eliminada la tensión creativa y renovadora. Quien no actúa como piensa, termina pensando como actúa. El Ideario ya no es el cemento de la unidad. El Ideario no se está cumpliendo dentro del Polo y mucho menos fuera de él, el papel de un mínimo programático que congregue el máximo de fuerzas.

El Clientelismo. El Estatuto del Polo incluye entre los principios de ética "la transformación de las prácticas negativas arraigadas en nuestra sociedad" (Art. 40). Una es el clientelismo. El clientelismo parece apuntalar los partidos, pero los deforma y debilita porque de grandes corrientes de opinión y movilización ciudadana que están llamados a ser, los convierte en sórdidas cadenas de tráfico de intereses y conduce a la república señorial y patrimonial.

En lugar de un enfoque moral, se requiere una comprensión política del fenómeno del clientelismo. Al respecto, Francisco Leal Buitrago sostiene una tesis que cataloga al clientelismo "como el medio principal para que los dos partidos tradicionales, que surgieron en el siglo xix, continúen con el control del régimen político, o sea, de las pautas establecidas para ejercer el poder."[1] Vivimos en el sistema político del clientelismo afirma el profesor Leal Buitrago.

Habrá que estudiar juiciosamente cómo afecta el clientelismo al Polo Democrático. De momento resulta oportuna y pertinente la alerta que ha hecho la comisión constituida por el concejal Carlos Vicente de Roux, el senador Luis Carlos Avellaneda y el excandidato presidencial Gustavo Petro, sobre la contratación de los últimos años en Bogotá. Ojalá no se confirmen, al término de las investigaciones en curso, las muy probables irregularidades señaladas por ellos con base en la seriedad de los indicios. Importa que el partido continúe con el trámite institucional del informe de la Comisión y asuma el criterio elemental de hacer claridad, sancionar si hay razón para ello, prevenir hechos similares y rectificar.

El peso de los orígenes. La reforma política de 2003 obligó a varios partidos que perdían la personería jurídica a unirse con otros para poder alcanzar el umbral que les permitiera ser reconocidos legalmente. Este apremio legal y fáctico al parecer no alcanzó a corresponderse con un proceso simultáneo de construcción de afinidades ideológicas, programáticas y de praxis política en procura de la identidad partidaria.

Al respecto, como se ha referido, en el PDA se estaría comprobando la observación de los analistas: "Siguiendo la tradición teórica de expertos como Ángelo Panebianco y Herbert Kitschelt... se subraya la forma en que los momentos fundacionales o las ‘condiciones genéticas' marcan a los partidos con rasgos organizacionales notablemente duraderos, los que a su turno condicionan los modos en que se adaptan y responden a los shocks externos o a los cambios sociales"[2].

Qué hacer en el presente y hacia adelante
De la debilidad a la fortaleza institucional. Habida cuenta que en la génesis de la debilidad institucional del Polo están elementos como el particularismo, la devaluación del Ideario, el clientelismo y el peso de los orígenes, es preciso que el partido ataque esos factores y adquiera una efectiva capacidad de orientar grupos, líderes, gobiernos y prácticas políticas. ¿Cómo hacerlo? En la vía de construir una institucionalidad fuerte, el PDA quizá necesite recrear el acuerdo fundacional entre las tendencias orgánicas y de opinión, que hoy exigen reconocimiento y están dispuestas a asumir responsabilidad política.

Estrategias de supervivencia. Ante ciertas circunstancias especialmente difíciles, el partido puede echar mano de estrategias de supervivencia que implican sacrificios, pero que dejan a salvo el proyecto político.
Entre las estrategias de supervivencia están la defensa de los logros del partido en el gobierno, la rectificación de errores en que incurra el partido o algunos de sus integrantes y la proyección de cambios y nuevos objetivos de acción política. No detener la marcha es, sin duda, uno de los secretos de la supervivencia partidaria, mientras al mismo tiempo afianza aciertos y corrige errores. Construir el partido es un proceso de ensayo y error. La rectificación es propia de una izquierda responsable.
Aferrarse al Ideario. Converger en la validez del Ideario de Unidad y aferrarse a él con inteligencia y sentido práctico puede ser para el PDA un referente inestimable en medio de las dificultades actuales[3]. El quehacer del partido hacia adelante debería enfocarse sobre el objetivo y las acciones siguientes:
El objetivo del nuevo rumbo: fortalecer la institucionalidad partidaria de tal manera que el partido adquiera la capacidad de orientar y direccionar sus tendencias, sus liderazgos, sus elegidos para gobernar o para legislar, y sus prácticas referidas al ejercicio de la política y el poder público.
Las acciones del nuevo rumbo:

1. Reafirmar el Ideario de Unidad. (Jornadas Programáticas para nuevos desarrollos).
2. Reordenar la vida del partido como un espacio de unidad de acción política (coalición).
3. Definir una forma de dirección plural o colegiada del partido en todos los niveles.
4. Tomar por consenso las decisiones programáticas, de estrategia y responsabilidades principales.
5. Crear espacios ciudadanos amplios de base para la deliberación y acción política.
6. Adelantar una política amplia de alianzas hacia la conformación de nuevas mayorías.
7. Incentivar la cultura política a través de procesos informativos, formativos y comunicativos.
8. Delinear una plataforma política para un gobierno democrático de transición en Colombia.
9. Tomar iniciativa política y ejercer la oposición a partir de la plataforma política alternativa.
10. Fortalecer la capacidad de iniciativa de la sociedad civil y política para la paz democrática.
11. En Bogotá: defender logros, rectificar errores, proyectar cambios, no detener la marcha.
12. Realizar el III Congreso Nacional partidario para relanzar el proyecto político del PDA.
Este texto es condensación de PDA: el Alto Costo de la Debilidad.
La experiencia no es lo que nos pasa,
sino lo que hacemos con lo que nos pasa.
Aldous Huxley.
* Analista político, cofundador y afiliado del Polo Democrático Alternativo


Notas de pie de página
________________________________________
[1] Leal B, Francisco, El Sistema Político del Clientelismo, Bogotá, 2011. Archivo electrónico pro manuscrito.
[2] Kenneth Roberts en el Prefacio a la obra de Juan Abal Medina (Compilador), Los Senderos de la Nueva Izquierda, Prometeo Libros, Buenos Aires, 2006.
[3] El Frente Amplio de Uruguay, que ha gobernado por 20 años a Montevideo, que ya está sobre el segundo gobierno del país, mantiene intacta su Declaración Constitutiva, de escasas cuatro páginas en letra grande, suscrita el 5 de febrero de 1971, hace 40 años.

jueves, 20 de enero de 2011

LAS ALTERNATIVAS DEL POLO

Luis I. Sandoval M.

Luis Sandoval. *Autor del libro Polo Democrático Alternativo: ¿Hacia dónde, con quiénes?, Democracia Hoy, Bogotá, 2009. Participa activamente en el proceso de este partido desde sus antecedentes en el Frente Social y Político.


La encrucijada del PDA.

Verdadera encrucijada la que vive el Polo en vísperas de su Dirección Nacional convocada para los días 4 y 5 de febrero. Los pronósticos sobre el Polo son negativos prácticamente en todas partes: prensa, otros partidos, universidades, cafeterías, paraderos de bus, hasta en los apuntes de Tola y Maruja… El Polo está herido de muerte se dice.

Pero no todo herido de muerte termina muerto. Se ve en los toros y en la política. Muchas veces se han dado por muertos los partidos Liberal y Conservador y también partidos de izquierda en Colombia y en otros países. El PT (Partidos de los Trabajadores) de Brasil y el FA (Frente Amplio) de Uruguay, que respectivamente alcanzan los 30 y los 40 años de vida y que hoy gobiernan por tercera y segunda vez sus países, fueron considerados sin ningún futuro en varias oportunidades.

Contrario a lo que se dice afuera, dentro del Polo - con distintas lecturas y posturas – se considera que el partido superará los malos momentos actuales y aún los peores momentos que pueden venir, inclusive excompañeros de Gustavo Petro que no lo siguieron en la salida del Polo, y que están muy activos dentro del partido, tienen su forma de ver y de proponer caminos para un Polo que resurja renovado de las cenizas. Los pesimistas totales al interior también existen, pero no son muchos.

Las elecciones parlamentarias y presidenciales de 2010 ya fueron una prueba para el Polo, volverán a serlo, con sensible cambio de circunstancias, las territoriales de octubre de 2011 porque la existencia efectiva de un partido no depende solo de sus grupos internos sino de la acogida y reconocimiento que tenga en la sociedad (Gunther y Hopkin, 2007).

La crisis actual.

El 30 de mayo y el 20 de junio de 2010 el Polo parecía haber salido bien librado del reto que representó su tercera campaña presidencial (2002: Polo Democrático, candidato Luis Eduardo Garzón; 2006: Polo Democrático Alternativo, candidato Carlos Gaviria Díaz) adelantada en medio de difíciles circunstancias externas e internas. En dos años habían sido asesinados numerosos activistas del partido en diferentes regiones, las chuzadas del DAS se habían utilizado como un instrumento de hostigamiento político contra dirigentes como Gustavo Petro, Carlos Gaviria y otros dentro del partido, el gobierno había adelantado una intensa campaña de estigmatización y desprestigio utilizando, entre otros medios, la memoria rediviva de los nefastos sucesos del Palacio de Justicia (1985).

Las últimas siete semanas de campaña, entre el 13 de abril y el 30 de mayo, habían sido espléndidas. El partido unido alrededor de Gustavo Petro y de Clara Lopéz logró un extraordinario impacto de opinión, Petro fue considerado el candidato más sólido y obtuvo el cuarto lugar en la votación con un millón cuatrocientos mil votos. El partido logró instalar en la opinión temas cruciales de la agenda pública como el de tierras. Atrás quedaban las diferencias de la consulta, del bloque antiuribista, del no entendimiento con los Verdes, de la abstención, voto en blanco, o voto por Mockus en la segunda vuelta.
El hecho final incuestionable era un partido que seguía vivo y un acumulado importante para jugar como eje de la oposición pero siendo perceptivo de la exigencia de cambios, la pérdida de peso del uribismo puro, el surgimiento del santismo y su iniciativa de unidad nacional con banderas de ciertas reformas, el tránsito del liberalismo del ámbito de la oposición al bloque de gobierno y el posicionamiento de un centro ambiguo que a través de los Verdes dice no estar en el gobierno y tampoco ser oposición.

Se vive un momento en el cual el país experimenta un sentimiento de alivio y aún de optimismo como lo indican encuestas que le dan al Presidente Santos 85% de favorabilidad. Ello en contraste con el aumento, también comprobado, de los índices de desigualdad y de pobreza y la muerte de centenares de miles de personas a manos del paramilitarismo y sus bandas sucesoras. 
En esto estamos mientras el Polo, al día siguiente mismo de terminada la contienda, se ve sacudido por el no reconocimiento de Petro como Presidente del Partido, por la iniciativa de éste para hablar con el nuevo Gobierno y por nuevos hechos indicativos de irregularidades en la contratación en Bogotá. Está en juego la conducción del partido, el sentido de la oposición al nuevo gobierno, la relación con la movilización popular y la forma de plantearse frente a la administración de Samuel Moreno. Sobre ésta última, qué hacer: respaldarla acríticamente o ejercer frente a ella el derecho y deber de control político. 

La presidencia del partido. El CEN (Comité Ejecutivo Nacional) del Polo, poco después del 20 de junio, ratifica a la Doctora Clara López Obregón como Presidenta de la Colectividad. El preacuerdo existente era que al terminar la campaña el candidato presidencial asumía la presidencia, así había ocurrido en la campaña de 2006 cuando el candidato fue el Doctor Carlos Gaviria. Esta decisión se tomó por mayoría no por consenso como era también el criterio ganado dentro del partido. La razón de la presidencia en cabeza de quien acaba de ser el candidato del partido es que permite aprovechar mejor los acumulados de la campaña en función de la etapa siguiente de acción política, muy importante en las condiciones de la izquierda que se sobrepone a enormes y numerosas dificultades. La izquierda no se puede dar el lujo de perder acumulados caprichosamente.

Frente al Presidente Santos. El partido no maduró en una deliberación organizada y orgánica la posición frente al nuevo gobierno. Se produjeron dos precipitaciones: la precipitación de decir que Santos era Uribe III y la precipitación de Petro de ir a plantear al Presidente electo temas posicionados con éxito ante la opinión durante la campaña pero que no habían sido puestos aún en la plataforma de juego de la oposición polista como era lo normal. El nuevo contexto exigía construir ciertamente sin dilación pero en las instancias colectivas un nuevo diseño de acción política. 
Petro planteó y practicó la oposición dialogante, el Senador Robledo planteó y practicó la oposición a secas para decir no a todo, la Presidenta del partido, el Senador Avellaneda y el Representante Cepeda se ocuparon de proyectos concretos  y los hicieron avanzar sustantivamente con críticas y propuestas oportunas. En el Polo nadie sabe hoy a ciencia cierta cuál es el tipo de oposición que debe hacer el partido y sus parlamentarios o si todos los tipos de oposición son válidos, incluidas la opinión analítica de los columnistas y la protesta social de los movimientos populares en las calles.
Alcaldía de Bogotá. Este es el campo en que se producen los hechos más relevantes y las discrepancias más graves. El tema no surge después de la campaña presidencial, tiene larga trayectoria, no se refiere solo a la contratación sino a la orientación del plan y políticas públicas, a la forma de conformar el equipo de gobierno y a la forma de coaligarse en el Concejo de la ciudad para hacer posible la gobernabilidad. Es el inmenso tema de las relaciones políticas donde se crean las condiciones para el ejercicio del poder, la permanencia en él y su reproducción.

GOBIERNOS DEL PDA 2008 – 2011.
En el período 2008 – 2011 el Polo Democrático Alternativo tiene la Alcaldía Mayor de Bogotá y 12 de las 20 Alcaldías Locales en la ciudad, la Gobernación de Nariño y 11 Municipios en este Departamento y otras 9 alcaldías municipales en 5 Departamentos diferentes.

En Bogotá las Alcaldías Locales en cabeza del Polo son: Bosa, Kennedy, Fontibón, Engativá, Los Mártires, Puente Aranda, Chapinero, Ciudad Bolívar, Santafé, Usme, Candelaria, Rafael Uribe Uribe.

En Nariño las Alcaldías Municipales en cabeza del Polo son: Consacá, El Charco, Gualmatán, La Tola, Linares, Magui (Payán), Mosquera, Ricaurte, Roberto Payán (San José), Samaniego, Santa Bárbara (Iscuandé),

Las otras 9 Alcaldías Municipales en diversos Departamentos en cabeza del Polo son: Palomar de Varela y Polo Nuevo en el Atlántico,  Armero y Flandes en el Tolima, Fortul en Arauca, Uribe en Meta, San Calixto en Norte de Santander, Yumbo en Valle.

Fuente: archivo del PDA con base en datos de la Registraduría Nacional y el Consejo Nacional Electoral. Estos datos pueden haber sufrido cambios en los tres años transcurridos del período. Algunas alcaldías se habrán perdido, otras se habrán ganado.  No ha habido organismo partidario encargado de hacer seguimiento de estos gobiernos del partido en ningún nivel.  Información preparada por Luis Sandoval.

El supuesto básico es que el Alcalde gobierna con su partido, naturalmente con las fuerzas aliadas que contribuyeron al triunfo y con las cuales se tenía un acuerdo programático. Como se venía de la experiencia de Bogotá Sin Indiferencia en que Lucho Garzón prefirió mantenerse a distancia del PDI primero y luego del PDA, todos los precandidatos del PDA firmaron en 2007, antes de la consulta interna, un compromiso de que quien ganara la consulta y resultara elegido gobernaría en coordinación con el partido, naturalmente con transparencia y fidelidad al Ideario del partido.

Una vez posesionado el segundo Alcalde del Polo, Samuel Moreno, el primer fenómeno que se da es que al comienzo del gobierno se prefiere que cada grupo hable por separado con el Alcalde en lugar de hacerlo colectiva e institucionalmente, entablando una relación programática a través del CEN. Lo segundo es que ante los reparos que comienzan a aparecer en la prensa y ante hechos directamente constatados se desestiman las iniciativas de diferentes miembros del CEN que consideran necesario asumir el seguimiento de la administración (Testimonio de Guillermo Asprilla miembro del CEN). Lo tercero es que el dirigente y precandidato Gustavo Petro considera llegado el caso de solicitar por carta a la administración del Alcalde Samuel Moreno que cree una Comisión para que clarifique los rumores sobre transgresiones a la transparencia en la gestión de la ciudad y recomiende correctivos al respecto. Fue trasladada a un funcionario de tercera línea en la Secretaría de Gobierno. Lo cuarto es que el Doctor Carlos Gaviria observa que realmente a la ciudad no la está gobernando el Alcalde del Polo con el Polo sino con otras fuerzas inclusive contrarias al Polo.

Sin duda en todo momento ha habido fuerzas de derecha interesadas en explotar las debilidades de la administración, pero el mal no hay que buscarlo en las sábanas, hubo diagnósticos certeros y alertas tempranas dentro del propio Polo que no fueron atendidos. Problemas serios de gestión y de política fueron atribuidos a factores exógenos o tratados como asuntos de maledicencia y de imagen. Corta y equivocada visión.  

La inmensa inversión, cercana posiblemente a los 1000 millones de dólares, y expresada en 230 obras en ejecución, constituía por sí misma un real proyecto de transformación de la ciudad que paradójicamente no impactó a la ciudadanía con la figura de un gran Alcalde sino que éste comenzó a pasar como un funcionario que vivía de locha, que fatigó la ciudad con un exceso de obras simultáneas y que, amén de eso, presuntamente facilitaba prácticas contrarias a la transparencia a través de su hermano el Senador Iván Moreno que se engranaba con lo que los medios dieron en llamar el cartel de la contratación. Las evaluaciones negativas de la administración se volvieron rutinarias. Este deterioro de la administración de Bogotá se asume como uno de los factores que contribuyeron al descenso en número de curules polistas en las elecciones parlamentarias de marzo y también a la reducida votación obtenida por el candidato presidencial del Polo en el mismo espacio de la urbe capitalina. Todas hipótesis por comprobar.

Los medios y los entes de control y judiciales se ocupaban crecientemente de los indicios de manejos irregulares en la contratación de las grandes obras distritales. Se creó entonces un dilema: mantener la actitud inactiva y silenciosa de las instancias partidarias arriesgando la suerte del proyecto político o asumir el camino del control político desde el propio partido en coherencia y en defensa del proyecto político. Agotadas las gestiones al interior del partido, se optó por el segundo camino, fue cuando se creó la Comisión de Informe sobre la Contratación en la ciudad conformada por el Excandidato Gustavo Petro, el Senador Luis Carlos Avellaneda y el Concejal de Bogotá Carlos Vicente de Roux.

Tan justo y obvio se encontró el surgimiento de la Comisión que el propio Alcalde Samuel Moreno y la Presidenta del Partido Clara López solo tuvieron palabras de acogida y anuncios de cooperación para ella. La Comisión entregó el resultado de sus trabajos en la primera quincena de octubre de 2010. El informe tomó un cauce institucional en el partido a través de la Comisión de Ética con aval del CEN, pero la interpretación de la motivación produjo una enorme fractura política: lo que para unos era una acción sana de reparación y rectificación a favor de partido y proyecto político, para otros era la prolongación de una acción de la extrema derecha contra del partido y su gestión en Bogotá.

El sector mayoritario del CEN, solidario con la administración, se pronunció el 25 de octubre y pocos días después lo hizo el sector minoritario del CEN, solidario con el Informe de la Comisión. Estos pronunciamientos, para analizar, marcan la culminación del enfrentamiento interno y anuncian desarrollos lamentables.    

Salida de Petro. Estas son las circunstancias en que el Excandidato Gustavo Petro y algunos integrantes de la Corriente Democrática consideran que no hay nada que hacer en el Polo, que la actitud de la dirección es incorregible, no solo es excluyente de sectores importantes del partido sino que es connivente con prácticas que riñen con el principio de transparencia definitorio del proyecto político, por ello deciden su retiro del partido en reunión con presencia de regiones que efectúan el 1 y 2 de diciembre en Bogotá. No obstante, la mayoría de los integrantes de esta corriente se mantiene dentro del partido por considerar no solo válido sino viable el proyecto político a pesar de las enormes dificultades que ha afrontado en el pasado y afronta en la actualidad.   

Estrategias frente a la crisis.

Frente a la crisis así gestada y configurada pueden identificarse tres estrategias a través de las posturas y acciones de los diversos sectores al interior del partido: Defensa de Logros, Seguir caminando, Rectificar errores. Con estas estrategias se trata de impedir que el partido se vaya a pique perdiendo su cohesión organizativa y su presencia social y electoral entre la población.

Defensa de Logros. El Polo Democrático, a través de los gobiernos de Lucho Garzón y de Samuel Moreno ha adelantado una obra de inmenso alcance social y de real transformación de la ciudad en aspectos centrales. El énfasis del primer gobierno estuvo puesto en el hambre, la educación y la salud, el segundo continuó la tarea social y se empeñó en atacar a fondo el problema de la movilidad. Uno y otro lograron avances importantes en materia de seguridad ciudadana. Bogotá crece seriamente como ciudad de derechos y es la gestión administrativa territorial que más ha logrado en 20 años por hacer realidad la Constitución del 91. El Partido tiene sobrados motivos para defenderla y enorgullecerse de ella. 

Seguir caminando. La crisis no puede ser causa de parálisis. El proyecto de transformación democrática por vías de acción civil que el Polo levanta está plenamente vigente y es preciso continuar luchando por su realización práctica en todos los municipios y espacios étnicos y culturales de Colombia. La defensa y desarrollo de la Constitución es una tarea a la orden día cuando se la quiere desfigurar y frenar con proyectos como la sostenibilidad fiscal y otros. La restitución de tierras y el desarrollo rural son una prioridad crucial de la nación íntimamente relacionada con la economía, la equidad y la paz política. El Polo se debe mover con una política de alianzas amplia hacia las elecciones territoriales de octubre próximo… El Polo enfrenta con eficacia las dificultades actuales mostrando firmeza en sus objetivos.     

Rectificar errores. Rectificar no es debilidad sino fortaleza. Esta es la estrategia que está implícita en la acción emprendida por la Comisión de Informe sobre la Contratación. El autocontrol político es para corregir el rumbo cuando se comprueba que efectivamente se ha desviado. Con la iniciativa de la Comisión y los resultados que las investigaciones arrojen confirmando o desmintiendo los indicios de irregularidades el partido rescata ante la ciudadanía la credibilidad en la voluntad indeclinable de recrear y dignificar la política y el ejercicio del poder público. Los partidos hermanos en América Latina que han sabido rectificar errores a tiempo ascienden al poder o se mantienen en él como es el ejemplo que nos dio el PT de Brasil en 2005 ante hechos de corrupción en el Gobierno de Lula y el que nos acaba de dar el Gobierno de Evo Morales en Bolivia que tuvo el coraje de reversar los decretos de lo que se llamó el gasolinazo ante la inconformidad manifiesta de su base social. Está comprobado que rectificar es también una estrategia de supervivencia y recuperación en momentos de crisis.

Los hechos obligan a la reflexión y comienzan a insinuarse cambios de posición. El Concejal de Bogotá, Jaime Caicedo, hace público un pronunciamiento que claramente señala: “defender la obra, corregir los errores”. El Representante a la Cámara Iván Cepeda ha tomado la iniciativa con otros destacados parlamentarios, dirigentes y sectores de señalar que “ante las denuncias e investigaciones en curso no cabe ninguna clase de actitudes cómplices o acríticas. Ni las prácticas clientelistas y parlamentarias de la vieja política, ni los personalismos disolventes, ni el hegemonismo grupista son buenos consejeros en este viaje para reposicionar el Polo”. Muchos y muchas se siguen pronunciando en este sentido.  

Exigencia de Garantías para el 4 y 5 de febrero.     

En mi opinión, el partido puede avanzar si libera a su interior toda la energía participativa de sus afiliados y afiliadas y de sus sectores integrantes en las regiones y a nivel nacional, si acoge el movimiento de base que está surgiendo. La democracia, la apertura y el debate es el mejor antídoto frente a la crisis. Quizá por ello distintos sectores están solicitando un acuerdo político previo a la reunión nacional del 4 y 5 de febrero sobre cuatro puntos:

1. El compromiso serio y explícito de respetar la regla del consenso en las decisiones fundamentales del partido. 2. Un acuerdo sobre la agenda de la Dirección Nacional y las reglas de procedimiento para el desarrollo de la misma, de manera que se garantice el debate abierto, democrático y la participación en condiciones e igualdad para todos los sectores y tendencias.

3.  La inclusión en la agenda de la Dirección Nacional de la discusión sobre la gestión de la Alcaldía de Bogotá, sus relaciones con el partido, los acuerdos de gobernabilidad con otros partidos, sus consecuencias para la suerte de nuestro proyecto, y el debate político sobre las distintas denuncias presentadas por los miembros del partido, así como la posición del Polo al respecto. 4.  La designación de Presidencia y Secretaría General del Partido.

La precandidatura de Carlos Vicente de Roux a la Alcaldía de Bogotá.

Esta es la primera precandidatura que se anuncia explícitamente desde el interior del partido (El Espectador 14 de enero). Los otros nombres que se han mencionado son los de Carlos Gaviria, Jaime Dussán, Carlos Bula y Clara López, Presidenta del partido. El anuncio del nombre de Carlos Vicente de Roux es importante porque representa la estrategia de rectificación, juega dentro del partido, estaría dispuesto a su consulta interna, cuenta con el apoyo de Gustavo Petro y podría eventualmente participar en una consulta interpartidista.

El alto costo de la debilidad.

El Polo está jugando y seguirá haciéndolo pero es preciso reconocer sin vacilación que la experiencia del PDA es la experiencia de una institucionalidad partidaria débil: los proyectos particulares, grupales o personales, se sobreponen al proyecto común, el partido desde sus instancias no gobierna, es decir no orienta, los grupos, ni los liderazgos, ni sus gobiernos, ni sus bancadas, ni sus afiliados y afiliadas, ni sus prácticas. Lo que hoy ocurre en Bogotá, puede decirse es el alto costo de la debilidad. El PDA tiene que decidirse por fortalecer la institucionalidad partidaria. Un partido de institucionalidad fuerte modela y mantiene en cintura, sin ahogar su iniciativa, a los grupos, los líderes, los gobiernos que elige, y renueva e imprime su sello a la práctica política a fin de generar esperanza y suscitar confianza.

Cuando la institucionalidad partidaria es fuerte el movimiento centrífugo de la pluralidad (entropía) se neutraliza y canaliza a través del movimiento centrípeto de la articulación (sinergia). La institucionalidad partidista fuerte produce identidad, apego, acumulación, esto es, no solo orientaciones claras sino afectos, emociones y aún pasiones que operan como movilizadores de la voluntad política. Una dinámica de este tipo solo se da en virtud de una intensa y sostenida acción cultural política que no ha tenido lugar en ningún momento de la trayectoria del Polo Democrático Alternativo.